¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto aprecio y tanta paraíso como Tú consagras a tu infinito Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi crimen. Esta Agudeza te la pido todavía para los pobres https://followbookmarks.com/story17530885/un-imparcial-vista-de-oracion